Madona, Isabel Preysler y otras tantas personas del mundo del famoseo han confirmado su secreto para llevar una vida saludable y alcanzar su peso ideal y está relacionado con la alimentación macrobiótica. La dieta macrobiótica de la que te vamos a hablar hoy no forma parte d ela lista de dietas milagro y ni siquiera se considera un régimen para adelgazar, sino que estamos hablando de una filosofía de vida natural, de origen oriental y basada en el Yin y el Yang.
La popularidad de esta forma de alimentación y de este estilo de vida ha crecido en los últimos años gracias a “El libro del diagnóstico oriental” de Michio Kushi, el que es considerado padre de la macrobiótica moderna. Pero el verdadero fundador de la dieta macrobiótica es George Ohsawa y él mismo confirma que este tipo de alimentación permite llevar una vida sana, prevenir enfermedades e incluso habla de convertirse en mejor persona, socialmente hablando.
¿Quieres tener más información sobre la dieta macrobiótica? Sigue leyendo porque te lo contamos todo a continuación.
Qué es la alimentación macrobiótica
Cuando hablamos de alimentación macrobiótica estamos hablando de un tipo de comida y estilo de vida basados en la medicina china y en el budismo zen. Así, el equilibrio entre el Yin y el Yang y entre el estado de ánimo y la alimentación es fundamental para alcanzar el bienestar absoluto.
De hecho, Ohsawa lo mide en función de cinco Yin y un Yang, que viene a ser la relación de sodio y potasio en sangre.
Características de la dieta macrobiótica
Ya sabemos que Ohsawa intentó desarrollar un concepto de vida saludable y relajada, pero, ¿cómo? Pues siguiendo las siguientes normas o instrucciones para seguir una alimentación macrobiótica:
- El 50% de la alimentación diaria está compuesta por cereales integrales como el arroz, trigo, avena, cebada o maíz, entre otros.
- Otro 25% de la alimentación diaria lo forman las hortalizas y verduras cocidas.
- Otro 15% está compuesto por las legumbres.
- No deberás tomar líquidos durante las comidas. Solo puedes beber después de las comidas y se recomienda té Bancha, té Kukicha o café de cereales.
- Tomarás sopa de miso o salsa de soja una o dos veces al día. Puedes añadir verduras y algas.
- Solo puedes comer un huevo cada 10 días.
- Solo puedes comer fruta cocida o seca. Pocas veces se come fruta cruda.
- Puedes comer pescado blanco dos veces a la semana.
- Solo comerás carne de forma ocasional y siempre serán carnes magras sin grasa como el pollo o el pavo.
- Evitarás comer carnes rojas, grasa animal, lácteos, azúcares, patatas, frutas tropicales, zumos encasados, alimentos refinados como la harina, tomates berenjenas, alimentos con colorantes y conservantes o productos cultivados con abonos químicos. Esto último implica que deberás comprar fruta y verdura ecológica así que puedes anticipar que la dieta macrobiótica no es una dieta barata.
Respecto a las recetas y a la forma de cocinar las carnes deberás seguir los principios macrobióticos que indican que deberás cocerlos solo con sal, en recipientes de barro o acero inoxidable y removiendo con instrumentos de madera.
Los expertos en nutrición afirman que la dieta macrobiótica no es una dieta para adelgazar ni una dieta saludable dado que no aporta los nutrientes necesarios para mantener una vida sana, sobre todo si se realiza de forma estricta.
Otros principios macrobióticos
- Deberás comer únicamente cuando tengas hambre y en la cantidad necesaria, sin excesos.
- Evita tomar algún tipo de alimento de manera excesiva. La alimentación debe ser variada, dentro de los límites que marca esta filosofía de vida.
- Compra alimentos que estén lo menos manipulados posible (sin químicos, sin abonos, integrales) y, a poder ser, consume productos de temporada.
- Masticar muy bien cada bocado de comida y meditar acerca de qué estás comiendo y por qué lo estás comiendo
Dieta macrobiótica para bajar peso: ¿Funciona?
Sí, acostumbrar al cuerpo a este nuevo tipo de filosofía alimenticia realmente te ayuda a perder peso. El problema es que las desventajas que remarcan los profesionales del mundo de la nutrición son mayores a las ventajas. De hecho, alertan de que realizar una dieta macrobiótica estricta puede derivar en anemia, hipocalcemia, escorbuto e incluso problemas de riñón asociados a la falta de ingesta de líquidos. En definitiva, se habla de malnutrición e incluso la muerte.
Menú macrobiótico semanal
Si después de haber leído todo lo anterior sigues dispuesto a perder peso con la cocina macrobiótica puedes comenzar por el menú semanal que te dejamos a continuación.
Día 1
- Sopa de miso con verduras.
- Arroz integral con ensalada de col, aceite de oliva y limón.
- Estofado de coles de Bruselas con calabaza.
Día 2
- Crema de calabacín.
- Trigo con puerro y setas.
- Seitán a la plancha con verduras de hoja verde.
Día 3
- Sopa de soja.
- Arroz integral con verduras.
- Zanahorias y brócoli hervido.
Día 4
- 1 huevo cocido
- Ceviche de soja con cebolla y cilantro.
- Quinoa, frutos secos y verduras
Día 5
- Crema de hinojo.
- Pescado blanco al horno.
- Hamburguesa de lentejas y ensalada de hojas verdes con aceite de oliva y limón.
Día 6
- Cazuela de lentejas rojas con arroz integral.
- Verdura al horno.
- Crema de calabaza y zanahorias.
Como verás, realizar una dieta macrobiótica implica cambiar el chip de alimentación y comenzar a comer solo cuando tengas hambre y eligiendo alimentos dentro de unos límites muy estrictos.
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