Nada como estos pastelillos salados para cualquier fiesta o reunión, ya sea familiar o de amigos. Son todo un éxito asegurado que además preparas rápidamente y sin apenas esfuerzo, solo tienes que tener pasta filo y siempre puedes cambiar el relleno en función a lo que tengas por casa.
Indice de artículo
Ingredientes necesarios para los pasteles salados:
- -Pasta filo
- -Una tarrina de queso crema
- -Un poco de cebollino
- -Un puñado de piñones
- -Una cebolla
- -Una cucharada de azúcar moreno
- -8 tomates cherry aproximadamente
- -Un poco de mantequilla
- -Sal
Preparación de los pasteles:
Partimos la cebolla finamente y la freímos en una sartén con un poquito de mantequilla hasta que se dore y le añadimos entonces un par de cucharadas de azúcar moreno. Cocinamos por un par de minutos más hasta que empiece a caramelizar y retiramos del fuego.
En un bol mezclamos el queso crema junto con el cebollino muy bien picado, los piñones y los tomates cherry partidos por la mitad. En este punto podemos agregar algo de sal si consideramos necesario y volver a mezclar.
Precalentamos el horno a unos 180 grados y cortamos la pasta filo con mucho cuidado de no romperla en cuadrados de unos 15 cm aproximadamente. Una vez tengamos toda la pasta cortada engrasamos el molde con mantequilla y vamos colocando cuadrados de la pasta en la base del molde. Tenemos que poner al menos unos 4 o 5 pedazos de masa en cada hueco, pues es una pasta muy fina y de lo contrario se nos romperá al sacarlo del horno. Si queremos, podemos dar unas pinceladas de mantequilla entre capa y capa o bien al final.
La idea es que cada vez que pongamos una nueva capa de pasta ésta esté ligeramente torcida, de manera que se formen unos picos irregulares sobresaliendo por la parte de arriba. Cuando tengamos toda la pasta colocada, con la ayuda de una cuchara vamos poniendo un poco de cebolla caramelizada en la base y después le añadimos la mezcla de queso crema que hemos preparado anteriormente.
Tratamos de juntas ligeramente los picos de cada pastelito con los dedos a modo de saquitos y metemos en el horno unos 15 minutos. Estos pastelitos se pueden comer tanto templados como fríos, son todo un manjar del que no quedarán ni las migas.
