Esta receta, aunque requiera horno, se puede preparar en verano sin ningún problema, pues no hace falta que se coma recién hecho, aunque sí templado. Lo mejor de esta receta es que suele gustar a todo el mundo y siempre puedes cambiar aquellos ingredientes que no te convenzan.
Ingredientes para preparar los huevos al plato tipo arguiñano:
- -Tres patatas peladas y cortadas a daditos de unos 2 centímetros
- -Un fuet cortado en rodajas
- -Una salchicha tipo Frankfurt por persona
- -Una lata de guisantes
- -Salsa de tomate
- -Un huevo por persona
- -Jamón serrano cortado en pedacitos
- -Verdura como puede ser alcachofa, champiñón o espárragos trigueros
Preparación de los huevos al plato con horno :
Para esta receta necesitamos una gran fuente de horno, si es de barro y redonda, mejor. Lo primero es freír las patatas en aceite sin que éstas lleguen a dorarse del todo, pues terminarán de cocinarse en el horno. Pre calentamos el horno a unos 200grados.
Mientras se fríen las patatas cortamos el fuet, las salchichas, el jamón y las verduras y los vamos colocando en la fuente de horno por secciones, de manera que los ingredientes formen pequeños grupos en forma de círculo, dejando siempre un espacio lateral para las patatas y un hueco central para los huevos. Añadimos otro montoncito con los guisantes y tras escurrir bien las patatas las colocamos en la fuente, cerrando así el círculo de ingredientes.
Añadimos la salsa de tomate en el centro de la fuente y ya podemos meter al horno durante unos 15 minutos, bajando la temperatura a unos 180 grados. Mientras se cocinan los ingredientes partimos los huevos con cuidado de no romper la yema y los vamos colocando en un cuenco. Cuando hayan pasado los 15 minutos aproximadamente, sacamos un poco la bandeja del horno y echamos con cuidado los huevos sobre el tomate justo en el centro.
Se deja en el horno hasta que veamos las claras hechas y sacamos a enfriar unos minutos. Las yemas suelen quedar cocidas, por eso, aquellos que prefieran la yema tierna como en un huevo frito, tendrán que añadir primero las claras y una vez estén casi hechas agregar con sumo cuidado las yemas. Una vez está frío, se coloca la fuente en el centro de la mesa y cada comensal se sirve un poco de cada ingrediente. Otra opción es utilizar una pequeña fuente de barro para cada comensal.